Hoy en día se denomina felis silvestris al gato salvaje y felis silvestris catus a las subespecies domésticas, que son las que mas conocemos y tenemos en nuestro entorno como mascotas.
Sociabilidad, comportamiento y costumbres
Etológicamente, los gatos ven a los humanos como a un sustituto de sus madres, viviendo una especie de prolongación durante su madurez de la época en la que son cachorros.
Al contrario de lo que se suele suponer, en estado salvaje el gato es un animal muy social, que llega a establecer colonias más o menos jerarquizadas. Es un animal cazador y los machos marcan el territorio orinando.
Pueden sufrir enfermedades psicológicas tales como el estrés. Al igual que un humano estresado, tenderá a desarrollar un comportamiento neurótico.
Su vejez no es gradual, como la humana, sino abrupta. Dura aproximadamente un año y desemboca en la muerte. Un ejemplar viejo desarrolla cataratas y se vuelve más lento. También pierde el olfato. Generalmente duerme todo el día, sin desarrollar ninguna otra actividad, muestra de su extremo cansancio.
Reproducción
La gata presenta varios estros a lo largo de todo el año, que suelen durar de 4 a 7 días. En el estro, las gatas maúllan más frecuentemente y varios gatos pueden luchar por una hembra en celo, el que venza, se gana el derecho a copular. Aunque la hembra al principio es reacia a la cópula, acaba aceptando al macho, que se acerca a la hembra, la que intentará resistirse por todos los medios a la cópula. Si el macho es hábil, conseguirá morderla por la parte posterior del cuello, inmovilizándola. La penetración es algo dolorosa, ya que el pene del gato, al igual que el del león, presenta unas puntas que frotan la vagina, desencadenando una reacción natural que ocasiona la ovulación; debido a que esto no ocurre siempre, es raro que se consiga la fecundación en la primera cópula. Las gatas, además, copulan con varios machos por lo que una camada puede tener diferentes padres. Después de la cópula, la hembra se asea y puede ponerse muy violenta hasta que termine el acicalamiento, momento en que el ciclo se repite.
Las hembras alcanzan la madurez sexual en un tiempo de entre 4-5 meses, los machos a los 6-7 meses; la gestación dura 65-67 días y en la camada pueden aparecer de 1 a 10 crías. Lo más recomendado es separar al gatito de su madre desde la sexta semana hasta la octava, ya que hasta entonces no habrían adquirido algunos nutrientes necesarios. Que se les separe antes sería un error, debido a que cabe la posibilidad de que mueran o sean más débiles.
Generalmente pesan entre 2,5 y 7 kg. Los gatos domésticos machos tienen una esperanza de vida de entre 12 y 14 años, mientras que las hembras suelen vivir uno o dos años más. El ejemplo más longevo del que se tiene registro vivió 36 años.
Un gato puede pasar por rendijas muy estrechas bastándole que le quepa la cabeza, ya que sus clavículas disponen de un pequeño cartílago que le otorga una enorme elasticidad.
Orejas:
Treinta y dos músculos individuales en la oreja le permiten oír direccionalmente. Puede mover cada oreja independientemente de la otra. Gracias a esta capacidad, puede mover su cuerpo en una dirección y apuntar sus orejas en otra. Cuando está enfadado o atemorizado, instintivamente reclinará sus orejas hacia atrás, cubriendo los canales auditivos.
Metabolismo:
Los gatos conservan la energía durmiendo más que cualquier otro animal, especialmente a medida que envejecen. Es común en ellos las largas siestas, usualmente de 13 a 14 horas como promedio de duración.
Patas:
Una creencia popular sostiene que siempre aterrizan sobre sus patas -lo cual hacen generalmente-; durante una caída, un gato puede girar y enderezar por reflejo su cuerpo utilizando su sentido del equilibrio y su gran flexibilidad. Se denomina "reflejo de enderezamiento" a esta capacidad en común de los gatos, con la notable excepción de algunas razas que carecen de cola, ya que la utilizan para conservar el momento angular y preparar su caída.
Sentidos
Visión:
Diferentes análisis indican que su visión es superior durante la noche a la de los humanos, e inferior a la de estos durante el día. Como los perros, poseen un tapetum lucidum que refleja la luz adicional hacia la retina. Aunque el tapetum lucidum le otorga la capacidad de ver con poca luz, parece reducir su precisión visual. En presencia de luz abundante, el iris del ojo del gato se cierra considerablemente, reduciendo la cantidad de luz en la retina y mejorando la profundidad de campo. El tapetum lucidum y otros mecanismos hacen que posea un umbral de detección de luz siete veces menor que el de los humanos. La variación en el color de los ojos de un gato producido por el flash fotográfico se debe a la interacción de la luz emitida por el dispositivo y la reflejada por el tapetum lucidum. Un experimento realizado por científicos en que se buscaba determinar si era el movimiento o el calor lo que les atraía la atención a los gatos en la oscuridad, determinó que estos fundamentalmente eran atraídos por el calor de cuerpo, más que por el movimiento.
Audición:
Los humanos y los gatos poseen un rango de audición similar. Sin embargo, los gatos pueden oír sonidos a tonos mucho más agudos, incluso mejor que los perros.
Olfato:
El sentido del olfato en el gato doméstico es catorce veces más fino que el del humano, además de poseer el doble de células olfativas en sus narices que una persona promedio. También poseen un órgano sensitivo en el paladar llamado órgano de Jacobson u órgano vomeronasal. Utiliza un movimiento facial característico llamado reflejo de Flehmen para enviar compuestos químicos a este órgano.
Tacto:
Poseen cerca de una docena de cerdas sensitivas denominadas "vibrisas" en el labio superior y algunos en las mejillas, sobre los ojos y en el mentón. Eventualmente, estas cerdas también pueden encontrarse en la muñeca y las cejas. Las vibrisas pueden detectar pequeñas variaciones en el viento, permitiéndole saber si se encuentra ante algún obstáculo, sin necesidad de visualizarlo. Las dos filas superiores de vibrisas en el labio del gato pueden moverse independientemente de las dos filas inferiores para una mayor precisión. Justamente, la longitud de las vibrisas, al superar el ancho y la altura del cuerpo del animal, le permiten saber si pueden atravesar una abertura con el tamaño de su cuerpo.
Gusto:
De acuerdo con la revista National Geographic del 8 de diciembre de 2005, no pueden percibir el sabor dulce de los alimentos debido a la falta de un gen receptor. Algunos científicos creen que esta característica está relacionada con su dieta, la cual es naturalmente alta en proteínas; sin embargo, todavía es incierta la causa o el resultado de esta particularidad.
Los gatos pueden demostrar su cariño y sus mejores comportamientos cuando sienten que controlan lo que sucede en su entorno. Cuando sienten este control, marcan cuidadosamente su hogar utilizando las feromonas faciales. Al frotar su cara (desde la barbilla a la base de la oreja) con los muebles, los lugares significativos para ellos e incluso nuestras piernas, lo que hacen es liberar feromonas faciales para marcar su entorno. Cuando veamos que nuestro gato realiza este comportamiento, podemos estar seguros de que se encuentra bien.
Sin darnos cuenta, podemos alterar estas marcas que son tan importantes para la sensación de seguridad. Movemos muebles o traemos objetos nuevos, limpiamos borrando sus marcas, o realizamos reformas o bricolage. Cuando esto ocurre, nuestro gato se desorienta, se estresa y cambia su comportamiento habitual por comportamientos que nosotros podemos considerar inapropiados.
Otros factores que afectan a los gatos son la capacidad para acceder a la comida, al calor, al agua, a las bandejas y en las casas con más de un gato podemos incluir la competencia con otros gatos por acceder a los recursos. ¡Tampoco podemos olvidar los cambios que se producen cuando tenemos visitas!.
Si tu gato ha salido de su entorno durante unos días, bien por una visita al veterinario o por una estancia en una residencia durante las vacaciones la presencia en casa de sus feromonas faciales habrá disminuido, así que se sentirá menos seguro.
Si además hay otros gatos en casa, la llegada de su antiguo compañero les puede resultar estresante porque trae olores y marcas que son distintas, así que no le reconocerán. Es frecuente este cambio en las salidas al veterinario de uno de ellos.
Tal vez, lo que más puede estresar a un gato es el cambiar de domicilio. Prácticamente todas sus marcas habrán desaparecido.
7 comportamientos a los que prestar atención:
Algunos comportamientos de los gatos felices:
Comunicación
Maullido:
Usualmente vocalizan indicando sufrimiento, solicitando atención humana (por ejemplo, para ser alimentados) o como un saludo. Algunos vocalizan cuantiosamente, mientras que otros raramente lo hacen. Los gatos domésticos maúllan mucho más que los salvajes ya que es una de sus formas de llamar la atención.
Ronroneo:
Puede ronronear, indicando típicamente que el animal está bajo un estado de placidez. Sin embargo, también puede significar que está angustiado, afligido o experimentando dolor. Ronronean ante la presencia de otros gatos —por ejemplo, cuando una madre se encuentra con sus cachorros—. Existen muchas teorías que compiten por la explicación de cómo ronronean, incluyendo: vibración de las falsas cuerdas vocales cuando inhalan y exhalan, el sonido de la sangre circulando por la vena cava posterior, en el lugar donde atraviesa el diafragma, vibración del hueso hioides o resonancia directa en los pulmones. Sin embargo, actualmente se cree que el ronroneo es el resultado de impulsos rítmicos hacia su laringe.
De todas maneras, el ronroneo puede ser una forma para calmarse a sí mismo, por ejemplo, cuando están lastimados. Aunque no está probado, estudios realizados sugieren que la frecuencia en la vibración producida por el ronroneo puede fomentar la curación de los huesos y de los órganos del animal, explicando por qué ronronean cuando están heridos.
Otros sonidos:
La mayoría gruñe, bufa, sisea o silba cuando están enfadados o en peligro. Algunos pueden gorjear cuando observan a una presa o expresando interés en un objeto cercano. Cuando el sonido es dirigido hacia una presa fuera de alcance, no se sabe si es un sonido amenazador, una expresión de frustración o un intento de imitar la llamada de un ave (incluso imitar el sonido de la presa de un ave, como una cigarra). Recientemente, estudios del comportamiento animal creen que este sonido es un «comportamiento de ensayo» en el cual el gato anticipa o practica cómo matar a su presa, ya que el sonido usualmente acompaña un movimiento de la mandíbula similar al que utilizan para matar a su presa (la «mordedura fatal» que rompe las vértebras del cuello en la víctima).
Alergia
Pueden padecer diversos tipor de alergias.
Los síntomas pueden ser:
Respiratorios: estornudos, tos, mucosidades y dificultades respiratorias.
Cutáneos: picor intenso y persistente, lagrimeo de ojos.
Si piensas que tu gato puede estar padeciendo una alergia primero se debe descubrir qué es lo que le ocasiona este trastorno para eliminarlo.
Bolas de pelo
Las bolas de pelo que se denominan técnicamente tricobezoar, consisten en la acumulación de pelo muerto mezclado con secreciones que se forman en el estómago del animal y ocasionan vómitos o regurgitaciones. Si no pueden ser eliminadas por el vómito, se hacen cada vez más compactas y de mayor tamaño, provocando una obstrucción intestinal que necesita cirugía. La causa es la costumbre de los felinos de acicalarse el pelaje lamiéndolo para mantenerlo saludable, por lo que tienden a ingerir su propio pelo.
Sobrepeso y obesidad
La obesidad y el sobrepeso son frecuentes en los gatos caseros, debido al exceso de alimentación y falta de actividad física. Se considera como 4,5 kg el peso medio de un gato sin sobrepeso, aunque hay que tener en cuenta el tamaño y constitución de cada animal, existen diferencias considerables en función de la raza. Se considera que un gato es obeso cuando su peso supera en un 20 % el óptimo, estimándose actualmente que son obesos alrededor del 25 % de los gatos domésticos. La obesidad en los gatos aumenta el riesgo de que presenten diabetes mellitus, lipidosis hepática y otras enfermedades, por lo que disminuye claramente la esperanza de vida. En los casos de sobrepeso ligero, puede ser suficiente evitar los alimentos extras y administrar la dosis adecuada de comida, sin embargo cuando existe obesidad marcada se debe acudir al veterinario, pues en los gatos es peligroso una disminución rápida de peso o el cambio brusco de la dieta alimenticia, hay que tener en cuenta que los gatos son carnívoros estrictos y necesitan carne en su dieta y un aporte de proteínas considerable en relación a su peso, por ello las dietas hipocalóricas deben mantener un equilibrio determinado, con una alta proporción de proteínas y bajo en grasas e hidratos de carbono.
Cáncer
El cáncer es una causa frecuente de muerte en los gatos adultos, sobre todo en los de edad avanzada. Los tumores malignos más habituales son las leucemias y linfomas, los cánceres de piel y el cáncer de mama. Las gatas que han sido castradas jóvenes tienen una probabilidad muy baja de desarrollar cáncer mamario si se las compara con los animales intactos. Los gatos de color blanco tienen mayor predisposicíón a presentar cáncer de piel por lo que se recomienda a sus amos que los protejan contra luz del sol. La alta incidencia de linfomas en el gato está en gran parte facilitada por la infección por el virus de la leucemia felina y el virus de la inmunodeficiencia felina, que son virus oncogénicos.
Las manifestaciones de los linfomas son muy variadas, pero frecuentemente se producen linfomas de estómago o intestino que provocan naúseas, vomitos y perdida de peso progresiva en el animal. El diagostico precoz del cáncer es muy importante para lograr la curación, por lo cual si se observa un abultamiento en la mama o una lesión en la piel se debe acudir sin demora al veterinario.
En estudios rigurosos se ha demostrado que la incidencia de cáncer de boca en gatos que viven en ambientes contaminados por humo de tabaco es más alta que la que presentan los animales que viven en hogares donde no se fuma.
12 síntomas del cáncer en los gatos:
Toxoplasmosis
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa que puede afectar al gato y es peligrosa para la mujer embarazada por ser una causa de malformaciones en el feto. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la principal causa de toxoplasmosis en mujeres embarazadas es la ingesta de carne cruda o poco cocida, seguida del consumo de verduras sin lavar y el contacto con excrementos de gatos infectados. El gato adquiere la enfermedad cuando se alimenta de algún pájaro o ratón infectado. El animal enfermo excreta los quistes en las heces y el humano se infecta por el contacto oral con ellas, por no lavarse las manos después de limpiar la caja, por ejemplo. Esto ya supone de por sí un bajo riesgo de contagio. Además, es improbable que un gato doméstico se alimente de los animales antes nombrados. Teniendo en cuenta lo anterior, la mujer embarazada debe evitar el contacto con gatos callejeros, protegerse con guantes a la hora de limpiar la tierra donde los animales caseros entierran sus heces y lavarse las manos posteriormente. Siguiendo estas normas, la posibilidad de contagio se reduce considerablemente. La mujer seropositiva a toxoplasmosis queda inmunizada de por vida; solamente se considera período de riesgo los cuatro primeros meses de embarazo de las mujeres seronegativas a la toxoplasmosis, que son las que tienen posibilidad de infectarse.
Infección por el virus de la inmunodeficiencia felina
Pertenece al grupo de los retrovirus. Se transmite entre gatos a través de mordiscos o por vía transplacentaria de la madre a los cachorros. Afecta con más frecuencia a gatos machos que tienen libre acceso al exterior. No es contagioso para el hombre, pero sí a otros felinos, como el león, el jaguar y el leopardo. Provoca una deficiencia del sistema inmune, por lo que guarda muchas similitudes con el SIDA en humanos. La enfermedad sigue un curso crónico y evoluciona en diferentes etapas; comienza por fiebre, inflamación de ganglios linfáticos (linfadenopatía) y, tras meses o años, provoca pérdida de peso, anemia, disminución de leucocitos (leucopenia) e infecciones secundarias que afectan al sistema respiratorio, el aparato digestivo, la piel y otros órganos. Además, los animales infectados son propensos a presentar diferentes tipos de cáncer, principalmente linfomas. La supervivencia media tras el diagnóstico es de 24 meses.
Infección por el virus de la leucemia felina
pertenece a la familia de los retrovirus. Infecta gatos, y no es transmisible a humanos. La infección entre gatos se produce por lamidos, mordiscos, compartir bandejas para excrementos, compartir recipientes con agua o comida. El virus se inactiva rápidamente fuera del animal, en la saliva, en 1 o 2 horas; en la sangre, en 48 horas, y es sensible al calor y los desinfectantes. No se transmite por lo tanto a través de trasportines ni en las salas de espera de consultorios veterinarios, siempre que no exista contacto directo con otro gato o con su sangre.
Los signos y síntomas de infección por el virus de la leucemia felina son múltiples, e incluyen pérdida de apetito, pelaje pobre, infecciones de la piel, la vejiga y el tracto respiratorio, enfermedades bucodentales, convulsiones, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), lesiones en la piel, fiebre, pérdida de peso y otros muchos. Además, el 20 % de los gatos afectados acaban por desarrollar cáncer en un plazo de tiempo variable, principalmente leucemia y linfoma. El riesgo de desarrollar un linfoma es 62 veces más alto en los animales infectados que en los sanos. Sin embargo, algunos gatos que presentan la infección no muestran ningún signo aparente de enfermedad. Como medida preventiva, se recomienda la vacunación; en raras ocasiones se produce sarcoma postvacunal, un tipo de cáncer del que se estima que aparece un caso por cada entre 1000 y 10 000 gatos vacunados, por lo que el beneficio de la vacuna supera claramente los posibles efectos adversos, sobre todo si se trata de animales que salen de casa o entran en contacto con otros felinos.
Rabia
Aunque el 90% de la rabia en humanos es causada por mordedura de perros, el gato y cualquier otro mamífero puede transmitirla por mordedura. Para evitar su propagación en aquellas zonas en que no se encuentra erradicada, es conveniente la vacunación del animal, especialmente si este tiene libre acceso al exterior de la vivienda
Parásitos
Los parásitos pueden afectar al gato, al igual que a todos los mamíferos, pueden dividirse en dos grupos: externos e internos. Entre los externos los más habituales son pulgas, piojos, dermatofitosis, sarnas y garrapatas. Entre los internos, sobre todo los gusanos helmintos que afectan al tubo digestivo, como el Toxocara cati.
Mordeduras causadas por gatos en humanos
Más de la mitad de las mordeduras y arañazos producidas por gatos se infectan. Puesto que los incisivos de estos son estrechos y afilados pueden penetrar fácilmente en los tejidos de una persona u otro animal. Además las mordeduras de gatos suelen tener mayor probabilidad de producir un artritis o una oesteomielitis séptica en comparación con las mordeduras de los perros, sobre todo si se localizan en la mano. Tanto las heridas producidas por mordeduras como arañazos de los gatos se infectan típicamente por microorganismos procedentes de la bucofaringe de felino.
Problemas gastrointestinales
Normalmente son los gatos más pequeños los que pueden padecer problemas gastrointestinales a causa de un virus, de parásitos, de una infección bacteriana o porque tu gato ha ingerido alimentos en mal estado.
Los síntomas que presentaría tu gato serían: vómitos, diarreas, dolor abdominal, pérdida de apetito, debilidad o apatía. Si tu gato tiene estos síntomas acude a tu veterinario urgentemente porque se puede deshidratar rápido y peligrar su vida.
Cataratas
Las cataratas en los gatos pueden ser congénitas o adquiridas, pero sea cuál sea la causa, verás rápido si tu gato las padece porque verías en el ojo como el interior de la pupila es de color blanco. Igualmente si ves que tu gato empieza a tener movimientos extraños o se choca contra los muebles, llévale al veterinario para que le haga un seguimiento.
También puede ser que, a causa las cataratas, tu gato tenga menos visión o, incluso, se le haya desarrollado ceguera. Podrás detectarlo si notas que el animal está desorientado, si se rasca mucho los ojos o si no reaccionan a la luz.
Conjuntivitis
Al igual que los humanos, los gatos pueden padecer de esta enfermedad en la zona de los ojos que puede resultarle muy molesta en la visión y en su salud.
Puedes determinar si tu gato tiene conjuntivitis observando la apariencia de sus ojos: si ves que tiene muchas legañas, que lagrimea en abundancia, que tiene los ojos enrojecidos o los párpados inflamados son síntomas de la conjuntivitis en los gatos.
Bronconeumonía
Es una dolencia que consiste en una inflamación de los bronquios y los alvéolos pulmonares. Se produce por la infección de un virus haciendo que tu gato tenga los ojos llorosos, mucosidad abundante, tos e incluso úlceras en la boca.
Gripe
verás síntomas como:Ojos lagrimosos,tos y estornudo con frecuencia, percibes que tiene la nariz congestionada y mucosidad.
Si crees que tu gato ha sido contagiado con la gripe lo más recomendable es que lo lleves al veterinario para que le trate con antibióticos específicos y aptos para la raza de tu gato.
Otitis
La otitis es otra de las enfermedades más comunes de los gatos domésticos y es una enfermedad que produce la inflamación del conducto auditivo y es muy doloroso; además, la otitis en los gatos puede tener consecuencias muy graves como la perforación del tímpano.
Se puede producir a causa de la presencia de parásitos como ácaros, hongos o bacterias. Si observas que tu gato tiene una secreción marrón por las orejas llévalo inmediatamente al veterinario.
Artrosis
Es la más común de las enfermedades reumáticas en los gatos. Sin embargo, es menos común en los gatos que en los perros, y produce síntomas más leves.
En un gato con esta enfermedad degenerativa de las articulaciones, el cartílago que cubre la superficie de los extremos de los huesos en una articulación se desgasta, sufre una degradación, y el hueso subyacente desarrolla una superficie rugosa que daña dicha articulación. Este cartílago es lo que permite que los huesos se deslicen suavemente el uno contra el otro en las articulaciones. También amortigua los golpes que se producen con el movimiento físico. Por tanto, la degradación del cartílago tiene como consecuencia que los huesos que antes estaban cubiertos por él empiecen a rozarse, causando dolor, hinchazón y pérdida de movimiento en la articulación.
Se produce en las articulaciones que han sido severamente estresadas, luxadas o fracturadas. Una atención temprana y adecuada de las lesiones en las articulaciones puede reducir la gravedad de las posibles cojeras posteriores.
Aunque la artrosis puede comenzar durante la primera mitad de la vida, los síntomas generalmente no aparecen hasta mucho más tarde. Las señales son principalmente la rigidez y cojera. La cojera suele ser peor cuando el gato se despierta, pero mejora a medida que avanza día. Los gatos pueden mostrar hinchazón alrededor de las articulaciones afectadas y atrofia muscular en las piernas afectadas por la artrosis. Puede haber una renuncia a saltar y brincar. A menudo exhiben irritabilidad y cambios de comportamiento asociados con el aumento de la discapacidad. Un ambiente frío húmedo aumenta el dolor y la rigidez.
Los masajes y la terapia física pueden ser beneficiosos. La acupuntura puede ser útil para muchos gatos, y si el gato está dispuesto a nadar, la hidroterapia puede ser una gran ayuda.
Muchos gatos se benefician de los suplementos condroprotectores, como los productos de glucosamina y condroitina para reparar cartílago de la articulación y evitar daños mayores. En los casos graves, los analgésicos y los corticosteroides pueden utilizarse para aliviar el dolor y mejorar la función.
El ejercicio moderado es beneficioso porque mantiene la masa muscular y preserva la flexibilidad articular. El exceso de ejercicio, sin embargo, es contraproducente. Los gatos con artrosis nunca deben ser animados a ponerse de pie sobre sus patas traseras.
Por cuestiones culturales, en Occidente no se acostumbra comer gatos. Este hecho, la ingesta de carne de gatos, perros u otros animales de compañía, suele causar repulsión entre la población. No obstante la expresión «dar gato por liebre» proviene de la sospecha de que los venteros, cuando no tenían liebre o conejo, servían carne de gato.
Durante el Siglo de Oro se usaban bolsas hechas de piel de gato para guardar el dinero, que acabarían llamándose «gatos». De ahí vendría la expresión «aquí hay gato encerrado», con el significado de un tesoro o secreto oculto a la mirada.
La costumbre de agarrar a los gatos por la cola, daría lugar a la expresión «buscarle cinco patas al gato», refiriéndose a la cola como «quinta pata» y significando una búsqueda de explicaciones rebuscadas sin demasiado fundamento.
Debido a su carácter nocturno, y a que en la oscuridad es más difícil distinguir los colores, aparece la expresión «de noche todos los gatos son pardos» refiriéndose a la falta o poca relevancia de las diferencias entre lo que se menciona, o a la dificultad de distinguir dichas diferencias. Proviene de la referencia a que en la oscuridad de la noche, es más fácil ocultar los defectos de una mercancía.
Los cascabeles usados para espantar la presa del gato, dan lugar a la expresión «ponerle el cascabel al gato», refiriéndose a la fuerza de los más débiles para doblegar la voluntad de alguien más poderosos.
Han aparecido en diferentes representaciones artísticas tanto en el cine como en la televisión, la literatura, la música, la escultura, la pintura, los videojuegos, etc. Su encanto ha traspasado las barreras culturales y se ha convertido en un símbolo de gracia, delicadeza, astucia y en algunos casos hasta de malicia.